El Aposento de Babia: QUINTANILLA DE BABIA

Quintanilla es uno de los lugares más ricos en leyendas y uno de los yacimientos más importantes de la Edad de Bronce descubiertos en Babia. Vestigios y pruebas constatan la desaparición de pueblos desde tiempos prehistóricos hasta la Edad Media. De la Era del Neolítico, se han encontrado en Quintanilla de Babia elementos característicos, como el hacha de piedra pulimentada, conocida como la "Piedra del Rayo". En la Peña de "Sucastro", cercana al pueblo, han aparecido objetos que probablemente pertenecieran a la época castreña y dando la vuelta a la Peña, en el paraje de Frachán, existió, según la tradición, un pueblo llamado Las Ferreras, donde se hallaron algunos trozos de latón y cobre en las tierras que se cultivaban, junto con enterramientos que ya no pertenecían a esa época castreña, sino a la Edad Media. Muy cercana hay una campera, Santa Marina, donde hubo una capilla y hasta mediados del siglo XX se celebraba la mayor feria ganadera de Babia. Aquí, se encuentra la fuente de Santa Marina que es del tipo de "bulle-bulle" y sobre la que versa la “Leyenda de los pueblos muertos”.

Quizá la peña más característica del pueblo sea la Peña de "Requilán", en la que existe una cueva llamada “El Forno de los Moros”, sobre la que también existe una leyenda.

En Quintanilla existen siete barrios: La Bolada, donde se encuentra la casona de “Los Manochos”, familia muy conocida por su labor ganadera y por su extenso patrimonio; El Oteiro, donde estuvo la antigua iglesia, de las más notables de Babia, dedicada a San Lorenzo y un cementerio; Los Corrales; La Perida; Las Campas, barrio donde existió un palacio del cual ya no quedan vestigios; La Puente, donde se encuentra la iglesia nueva, que data del siglo XVIII, y La Llama, lugar en el que hubo una congregación de los Monjes del Paular de la que sólo nos queda una fuente de piedra.