Es el pueblo más monumental de Babia, con
edificios tan relevantes como el Palacio de los Quiñones, construido en el
siglo XVI. Esta emblemática casa palaciega sufrió un incendio en 1915. En
1977, estando ya estaba en ruinas, fue adquirida por D. Fernando Geijo, natural de
Riolago, que se encargó de su fiel restauración, consiguiendo que el Palacio
luciera otra vez todo su esplendor. Recientemente, su interior ha sido
habilitado para acoger la casa del parque de Babia y Luna, inaugurada el 27 de
julio de 2014.
Otras construcciones notables de
este pueblo son la Casa del Escribano y su capilla, la Iglesia Parroquial de
San Salvador, con su bonito retablo, la Ermita del Cristo y un conjunto
arquitectónico de gran interés.
Palacio de los Quiñones
Capilla
Entrada de carruajes
Iglesia parroquial de San Salvador
Emita del Cristo
Casa del Escribano
Barrio de la Perida
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