El día 3 de julio decidimos concretar, por fin,
la tantas veces pretendida ruta del Cordal de La Cañada. A las 8 de la mañana un
grupo de socios del Club Deportivo de Montaña Montigüeiro nos dispusimos a
empezar la ruta en Peñalba de los Cilleros, tras haber llevado dos coches a
Villasecino que nos facilitaran la vuelta. Partimos con la fresca para intentar
llegar a Valgrán antes de que apremiara el calor, ya que se preveía un sol de
justicia y el pronóstico era de altas temperaturas. Luego, una vez en el Cordal,
el viento se encargó de hacer más llevadero este elemento. Hicimos los “dosmiles”
del Cordal, que más adelante detallaré, y quedamos fascinados por las
impresionantes vistas que pudimos disfrutar durante todo el trayecto. Llegamos
a Villasecino después de más de 9 horas caminando, cansados pero con imágenes archivadas
en nuestras retinas que nunca podremos olvidar.
La ruta no entraña dificultad alguna, pero debido
a su extensión y contando que hay que ascender a 10 picos por encima de los dos
mil metros, requiere cierta preparación física y ganas de patear montañas.
Espero que quien vea este blog pueda hacerse una
pequeña idea, y disfrutar al menos un poco de esta magnífica ruta.
Alzamos velas con la fresca desde Peñalba de los Cilleros en dirección a la Braña del Rio.
La Braña del Rio desde los Machadines.
Subiendo a los Machadines.
Ya en los Machadines nos disponemos a subir el primer dosmil de la jornada; Valgrán..
Valgrán (2091 m)
La Gracheira, La Crespa, El Sagueiro, La Malvosa, Peña los Años, Peña Redonda, El Picón y Montigüeiro; vista hacia el norte desde los Machadines. En el fondo del valle los pueblos de Peñalba y Cabrillanes
Peña Redonda, Montigüeiro, La Cervata, Peña Orniz, Peña Congosto, Pico Calabazosa, Solarco y el Morro Negro desde Valgrán.
Alto de Terreiros desde Valgrán.
Collado de los Machadones y Peña La Arena Norte (2116 m).
Arroyo de los Machadones, se puede distinguir el aprisco para el ganado con el Macizo de Ubiña imponente al fondo.
Hermosa vista del cordal ascendiendo a Peña La Arena.
Peña La Arena Sur (2116 m).
El Cornón majestuoso, hacia el oeste Muxiven y en el valle Piedrafita de Babia con su pinar, La Peña Larga y parte del pueblo de Lago de Babia.
La cabaña de Fildemoros de Villabandín desde Peña La Arena Sur.
Tenemos todo el Cordal por delante, en primer lugar el recien bautizado Peña Bala (2096 m).
Pico Rabinalto (2117m).
Alto de La Cañada (2157 m).
Ascendiendo desde Rabinalto a el Alto de La Cañada.
En el vértice geodésico del Alto de La Cañada.
El valle de Salce desde el Alto de La Cañada.
Los Bermejos, al sur La Veiga de la Muñeca. Al norte, a sus pies, se encuentra la Laguna del Chao.
Recuperando fuerzas y contemplando la Veiga la Muñeca.
En la cara norte de Los Bermejos y a pesar de estar en julio, todavía podemos ver nieve.
En dirección a La Solana.
Ante nosotros La Solana y Penouta con Las Ubiñas al fondo.
La Laguna del Chao desde La Solana, al fondo Valgrán.
Ante nosotros Penouta (2108 m) desde aquí comenzaremos el descenso hasta el Collado Bizarreras.
A nuestros pies la Laguna de Bustagil.
Estupenda vista del macizo de Las Ubiñas y los pueblos de Villasecino, San Emiliano, Pinos, Candemuela y Torrebarrio.
La Braña de las Vacas y el Valle de Valverde que conduce hasta Abelgas.
El grupo en Penouta, nuestras piernas ya van notando el esfuerzo.
Bartolo se esconde tras el hito que hay en la cima de Penouta, quizá no quiera ver la bajada que nos espera.
Comenzamos el descenso, probablemente la parte de la ruta en que más sufrieron nuestra piernas.
Podemos ver la Casa del Puerto desde el Collado Bizarreras.
La Casa del Puerto y de fondo como no podía ser de otra manera: Peña Ubiña y Peña Ubiña Pequeña, separadas por el Collado del Ronzón.
La Ermita de La Virgen de Lazao en Villasecino.
Apetece zambullirse en el Río Luna, ya llegamos a Villasecino.
Ya en Villasecino una cerveza nos sentará de maravilla en la terraza del Hostal García.